ESTAN LOCOS ESTOS ROMANOS
Sentada al frío sol de invierno
leyendo una de esas revistas que teóricamente se dirigen a las mujeres pero que
tantos hombres leen, unos a escondidas y otros no, llego a un anuncio de
cosméticos. Cosméticos caros, además. Foto de dos chicas guapísimas, texto
sobre las arrugas, sobre rellenos, ácido hialurónico. Tratamiento anti-edad,
atrévete a reír. Así, bien grande. No te preocupes, reír produce arrugas pero
aquí estamos nosotros para arreglarlo, “sonríe y entregáte a la vida, nosotros nos ocupamos del resto”.
Reír te arruga la cara, pero tú
tranquila, no temas , adelante, hala…ríete …aquí estamos nosotros para paliar
estos efectos.
Los expertos de la firma cosmética PUTURRU DE
FOI tienen una mala noticia que darles, leo en internet. Reír provoca arrugas ( y dale Perico al
palo). Pero no se preocupen , por el módico precio de X euros puedes usted
adquirir un sérum que tal, tal y tal. Es cierto, que pésima noticia, al lado de
este bombazo Urdangarín, Bárcenas, los recortes en Sanidad y los desahucios son minucias. Esto si que es
un verdadero problemón.
Mientras no doy crédito a esta
publicidad y me pregunto porque los humanos a veces somos así de subnormales, miro a mi alrededor. Un grupo de jovencitos se
toman su cerveza y se fuman su cigarrete con bolsas de deporte en el suelo,
alrededor de su mesa. No sé de qué, pero se están partiendo de risa, uno dice
una frase, suelta una risita y el resto le corea, a carcajada limpia. Y una , que cada vez
que ve las noticias o escucha la radio se amarga la mañana, que vive día a
día su ración de tensión laboral, su estrés de estar en la cuerda floja porque
no sabe quien será la siguiente es salir por la puerta y que el agobio de cómo
llegar a fin de mes hace que la mitad de su cerebro ande constantemente
enfurruñado, se muere de envidia. Con la misma revista en las manos, misma
página para ser exactos, con las dos modelos que no pueden tener arrugas porque
aunque el publicista las haga pasar por mujeres maduras yo tengo clarísimo que
no llegan a los 22, doy un traguito a mi cerveza y miro hacia el otro lado.
Matrimonio mayor, cara de perro, ninguno sonríe, no sé que les pasa y
sinceramente no me interesa en absoluto, que cada uno bastante tiene con lo
suyo, pero no me dan ninguna envidia.Y con este detalle tan trivial, con esta escena tan cotidiana, en un parque que podría ser cualquier parque de cualquier ciudad, una se dice a sí misma que se acabó, que ya está bien de tanto estrés, desvelos y tensiones, que la vida son muchas cosas, que suceden cosas buenas y que lo importante y esencial es eso, importante y esencial y que el resto son cosas pasajeras que van, que vienen; así que a partir de ahora dará otro prisma a su vida diaria.
Como decía, la vida tiene sus dosis de cosas
buenas y sus dosis de cosas malas, y a veces las cosas malas son tan duras que
cuesta sonreír, pero una sonrisa es el arma de belleza más efectiva en una
persona, en el niño que juega o al que le dan un regalo, en los dos amigos que
se encuentran casualmente por la calle, en la empleado al que su jefe felicita
por hacer bien un trabajo, en la embarazada que sale de la tienda de ropa de
bebé con un montón de bolsas en la mano, en el novio que recoge a su novia en el
portal, en el corredor que bajó su tiempo esta mañana de domingo, en la mujer
que tras mucho esfuerzo llegó a la cima de la montaña que estaba escalando… hay
tantos ejemplos como personas, miles y miles de pequeñas o grandes situaciones
en lo que la sonrisa embellece un rostro.
Y nosotros, los del primer mundo,
los llamados desarrollados ¿nos preocupamos por si reír produce arrugas? Como
diría Obelix “ESTÁN LOCOS ESTOS ROMANOS”.