viernes, 9 de mayo de 2014

UNA BUENA NOVELA

 

UNA BUENA NOVELA 








Hace ya algunos años y después de “atreverme”  a decir de un torero lo malo que era alguien me dijo que, independientemente de lo bien o lo mal que lo hubiera hecho esa tarde, toda persona por el mero hecho de tener las narices de ponerse delante de un morlaco de 500 kgs ya merece un respeto. Ponerse delante de un toro no es fácil, estemos o no estemos a favor o no del toreo, que eso es otra cuestión. 

Oyendo en una charla literaria a Alicia Gimenez Bartlett, autora del personaje de Petra Delicado, nos dice al público asistente que escribir no es nada fácil. Nos lo dice ella, una autora consagrada con muchas novelas y muchas horas de escritura a sus espaldas. Nos aconseja leer y leer, porque todo libro, por malo que sea, tiene algún punto o alguna resolución de un tema de donde podemos aprender. 

Y es cierto, escribir no es un “oficio” fácil, pero tampoco es un oficio fácil crecer, tampoco es un oficio fácil ser una persona adulta, tampoco es un oficio fácil estar en una generación intermedia con padres ya mayores que necesitan tu ayuda y con hijos adolescentes que la necesitan aunque no te la reclamen. Y todo eso sin libro de instrucciones. 

Tampoco es un oficio fácil sentarse todos los días delante de la pantalla del ordenador  y dedicarte a contestar ofertas de trabajo sabiendo en más de una ocasión que son falsas. Tampoco es un oficio fácil ir de entrevista de trabajo en entrevista de trabajo, si es que tienes esa suerte, y fingir que te motivan unos trabajos en unas condiciones salariales precarias mientras que el entrevistador, engominado hasta las cejas, te dice que bueno… que ya sabes cuál es la situación económica del país y que bueno … si lo quieres lo tomas y si no lo dejas porque en cuanto tú salgas de esa sala de reuniones van a entrevistar a otra persona. Más joven que tú, incluso añaden alguna vez. 

Tampoco es un oficio fácil ir de médico en médico con tus padres y comprobar con tristeza que mezclan unas cosas con otras y que ya no puedes dejarlos solos para esto. Y  que al traumatólogo le hablan del corazón y que al médico del corazón le hablan de una alergia en la piel porque llevan ya tal lío que ni se aclaran.

Tampoco es un oficio fácil estar en la puerta de un quirófano esperando a que salgan a darte el parte de lo que ha pasado ahí dentro y llegue la hija de una señora a la que están operando, se ponga a llorar con un ataque de nervios y tú, que ya casi no puedes más, tengas que sonreírle y hacer de tripas corazón para no estallar allí mismo.

No es un oficio fácil lidiar con la vida, cada uno con la suya, que tenemos miles de ejemplos y me consta que  hay ejemplos más fuertes que los que acabo de escribir. Todos lidiamos día a día con problemas familiares, con problemas económicos, con problemas de relaciones humanas y con un sinfín de historias de diversos calibres. 

Pero igual que a Alicia Gimenez Bartlett le parece difícil escribir y escribe buenas novelas, también a mí me parece que  vivir a veces es complicado pero quiero una buena vida, donde tras mis más y mis menos el resultado global sea una buena novela. Y lucho cada día, me esfuerzo y me hago mis “andamiajes mentales” para que así sea.

Así que sólo puedo decir a las personas negativas, tóxicas y quejicas que pueda tener cerca de mí
" QUERIDOS MIOS … IROS A FREIR ESPARRAGOS”